Como
una oruga dentro de una hoja verde bajo la tormenta. Era uno de los símiles
preferidos de Inés. Así se refería al miedo. Si hablaba de esperanza, narraba
como la tortuga luchaba por alcanzar el mar tras dejar sus huevos en la arena.
Inés daba a todas las emociones y situaciones abstractas de la vida una
explicación natural.- Las veterinarias somos asi.- decía.- Todo lo llevamos a
nuestro terreno. No hablaba de ocio, sino de que el ser humano debe jugar como
lo hacen los animales cuando han comido y procreado. Yo podía pasar horas escuchando como
conectaba los pedos de las vacas con el calentamiento global. No entendía
absolutamente nada de lo que me contaba pero me gustaba como sonaban sus palabras.
A ella le gustaba la profundidad, a mi
la superficie. Pasé toda mi vida buscando un lugar común entre estos dos extremos.
Como ya te dije en ENTC, un relato muy original, cargado de ironía y emociones. Inés es muy creativa y tiene una imaginación desbordante con la que atrapa a los que la conocen.
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Un saludo
Rosa
Gracias Rosa, un abrazo
ResponderEliminarSi te apetece compartir tus relatos, pásate por aquí.
ResponderEliminarUn saludo.
Por lo que veo hay dos versiones de este micro. Aunque me gustan los dos, me quedo con este. Me encanta el título. Besos
ResponderEliminarHola, si he probado los finales. No estaba muy segura con el primero, así que escribí un segundo. Lo bueno de los cuentos es que puedes reescribir todo. Es una pena que en la realidad no podamos hacerlo. Un abrazo
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