Déjala
a ella que sea pájaro. Tu escoge otra carta.- Le dije para evitar otra
discusión más. Nunca se pondrían de acuerdo si se les dejaba solos. En la
confrontación habían encontrado su lugar de unión. Lo habían hecho desde niños y
ahora ya era demasiado tarde para que cambiaran su forma de relacionarse. La
partida acababa de empezar y ella sería pájaro para intentar volar. Pero nunca
podría escapar de ese amor que la dañaba y la ataba El siempre estaría ahí con su red evitando
que ella fuera pájaro.
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