miércoles, 21 de mayo de 2014

Marilúa descubre la naturaleza

Treviño desde la ventana de Celia Villanueva 
Marilúa descubrió la naturaleza como un juego de sensaciones. Un día, de repente se dio cuenta de que la tierra frente a la ventana era verde. Se había subido a una silla para observarla. –es el trigo, que está creciendo.- dijo la madre. – ¿Yo  también soy verde, mamá? preguntó Marilúa. No hubo respuesta. No la necesitaba. Toda su atención estaba en la mirada a  ese campo verde abombado que,  de repente, había aparecido frente a sus ojos. A Marilúa le hubiera gustado ser gigante para acariciar la montaña con un dedo y que la hierba le hiciera cosquillas en la piel.   Podía verlo pero no tocarlo. Cuando fuera mayor  abriría la  ventana y se tiraría sobre los campos verdes para rodar una y otra vez hacia el rio. Miró una y otra vez su piel completamente blanca. La deseaba verde, azul, roja pero no blanca.

3 comentarios:

  1. Qué imaginación derrocha Marilúa! Me encanta cómo va descubriendo el mundo que la rodea. Un abrazo, Lourdes

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  2. Fas que pareza tan sinxelo....biquiss

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    1. Gracias, as cousas son sinxelas na infancia, cando estamos alí pensamos porque os maiores as fan tan complicadas...

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